Cristina Hernández Ferreiro
Daniel Dianes Mazorra
Centro Español de Metrología
Actualmente, hay una creciente necesidad de estar conectados a través de una gran variedad de tecnologías, ya sean de carácter fijo o móvil. Para ello, existen multitud de operadores que ofertan una amplia gama de servicios de telecomunicaciones que, en ocasiones, puede llegar a abrumar al usuario. Ante tal diversidad, surge cada vez más la necesidad de poder comprobar la calidad de estos servicios o dicho de otra manera, de poder responder a la pregunta de si en realidad disponemos de toda la velocidad de acceso a internet que se contrata.
Existen distintos sistemas que permiten realizar a través de la web o de aplicaciones móviles, una prueba de velocidad de forma rápida y, en la mayoría de los casos, gratuita. Incluso muchas de las operadoras tienen sus propios test de velocidad a disposición de los usuarios. El problema suele radicar en que con estos tests, el usuario no puede valorar con la suficiente confianza los resultados obtenidos, además de que no constituyen por sí solos una base legal para posibles reclamaciones por incumplimiento de servicio. Del mismo modo, los operadores presentan datos de distinta índole en sus webs, de acuerdo a la Orden IET/1090/2014, de 16 de junio, por la que se regulan las condiciones relativas a la calidad en la prestación de los servicios de comunicaciones electrónicas, pero siempre se trata de un enfoque estadístico que no tiene por qué responder a la calidad de servicio contratada por un usuario en unas condiciones determinadas.
Debemos indicar que la velocidad de transmisión de datos en cuestión, se define como la velocidad alcanzada en la descarga de ficheros de un servidor, que puede seguir las siguientes formulaciones para su expresión:
· En bits/segundo: (Tamaño del fichero en bits/valor en segundos del intervalo de transmisión del fichero).
· En kilobits/segundo: (Tamaño del fichero en bits/valor en segundos del intervalo de transmisión del fichero) x 10-3
· En megabits/segundo: (Tamaño del fichero en bits/valor en segundos del intervalo de transmisión del fichero) x 10-6
Si bien cuando se habla de unidades de información binaria digital se deberían emplear prefijos binarios para expresar los múltiplos, como Mebibyte (220 bytes, 1 048 576 bytes), es práctica común en la industria el uso de unidades del SI como Megabyte (106 bytes, 1 000 000 bytes)
Y que en sus guías para las Autoridades de Regulación Nacionales, el organismo BEREC (Body Of European Regulators for Electronic Communications) establece, entre otros, los requisitos de transparencia necesarios que deben ofrecer los operadores en cuanto a velocidad de internet contratada, basándose los siguientes parámetros:
· Velocidad mínima
· Velocidad máxima
· Velocidad normalmente disponible
· Velocidad ofertada
· Velocidad máxima estimada en redes móviles
· Velocidad ofertada en redes móviles
estableciendo asimismo la posibilidad de que las Autoridades de Regulación Nacionales puedan establecer un sistema de penalizaciones en caso de incumplimiento demostrable de estos y otros requisitos.
Sin embargo, se debe mencionar también que no es sencillo disponer de una medición enteramente fiable de la velocidad. Como en toda determinación metrológica, existen numerosos factores en juego, como son los distintos equipos finales de los clientes, la calidad del router, la congestión del tráfico de datos, las franjas horarias, etc. El gran desafío reside, así, en conseguir un alto grado de fiabilidad en la medición, minimizando, en lo posible, la incertidumbre de los resultados.
En sentido muy amplio hay dos redes implicadas en tu servicio de internet: la del operador, que termina en el punto de terminación de red de tu casa (la “roseta” o similar) y la doméstica, que comienza en el equipo alquilado por la compañía (el “router”). El reto consiste en superar las dificultades técnicas para realizar una medición fiable, entendiendo fiable como la más cercana posible a aquélla que realmente ofrece el punto de terminación de red del equipo de la compañía. Esta velocidad puede verse afectada por factores fuera del ámbito de la red de la compañía y dentro del ámbito de la red doméstica, siendo los más importantes:
- Dificultad de la señal inalámbrica para atravesar muros, atenuación de la misma o colisiones con otras redes inalámbricas vecinas por operar en el mismo canal.
- Uso de cables Ethernet de baja velocidad/calidad.
- Baja potencia de la emisión inalámbrica del router instalado por la compañía o uso de tarjetas inalámbricas de baja velocidad en los equipos terminales.
Pero a pesar de las dificultades mencionadas, disponer de un sistema que nos permita medir la velocidad de conexión a internet con fiabilidad, sigue siendo una necesidad cada vez más apremiante, tanto en el plano nacional como europeo. Y en este sentido, el Centro Español de Metrología está interesado en abordar su desarrollo, de forma que un usuario cuente con las garantías de que la velocidad de conexión disponible en su hogar, es realmente la que ha contratado.
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