Carolina Álvarez Albalá
Periodista
La gente encuentra llamativos los años bisiestos. Estados Unidos aprovecha la ocasión para organizar sus elecciones presidenciales. También tienen lugar los Juegos Olímpicos. Más de uno conoce a una persona adulta que anuncia un determinado 29 de febrero que cumple 6 años, provocando las risas entre los conocedores de la noticia. Los años bisiestos han despertado la curiosidad de gentes que incluyeron ya en su folklore referencias a esta anomalía. Algunos consideran a los nacidos esa jornada como señal de mal augurio.
Más allá de lo que se ha creado en torno a los años bisiestos, ¿cuál es su explicación científica? ¿Por qué tiene lugar en febrero?
En el calendario gregoriano, el más utilizado en todo el mundo, un año común es un ciclo estándar de 365 días. En los años bisiestos, se suma uno más conformando 366. Los humanos han tratado de explicar esta discrepancia desde el Antiguo Egipto.
Sin embargo, la inclusión de los bisiestos no llegaría hasta la época de Julio César, cuando su celebración tenía lugar cada cuatro años sin falta. Posteriormente, en tiempos de César Augusto, se escogió el mes de febrero, que originalmente tenía 30 días y agosto 29. Esta decisión se tomó debido a lo molesto que le resultaba al emperador romano que julio, llamado así por su tío, Julio César, tuviera 31 días. Entonces, escogió el segundo mes del año para que agosto tuviese dos más. César Augusto tenía predilección por el octavo mes porque había ganado varias batallas en agosto.
El posterior calendario gregoriano (nombrado en honor al Papa Gregorio XIII) fue diseñado por el astrónomo y filósofo italiano Aloysius Lilius, para reemplazar al juliano con criterios más estrictos para los años bisiestos.
Después de esta escueta lección de historia, es hora de explicar el funcionamiento de los años bisiestos que se encuentra ahora en vigor.
Un año es el tiempo que tarda la Tierra en orbitar alrededor del sol. Decimos que la Tierra tarda 365 días en completar este recorrido. Sin embargo, esto no es realmente cierto. Un año verdadero, conocido como año tropical, año solar, año astronómico o año equinoccial, es lo que tarda el sol en pasar del equinoccio vernal (o de primavera) al mismo equinoccio vernal. Esto se traduce en 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos. A pesar de que la gente cree que en los años bisiestos ganamos un día, en realidad recuperamos el tiempo perdido.
Por lo tanto, hay aproximadamente un margen de error de seis horas en cada año “común”. Los años bisiestos compensan los 0.2422 adicionales de un día. No compensar estas horas “adicionales” nos enviaría fuera de sincronía con las estaciones, aproximadamente 24 días después en solo 100 años.
No siempre hay año bisiesto cada cuatro años
El calendario gregoriano consta de 365 días en un año. En caso de no agregar un día bisiesto el 29 de febrero cada cuatro años, cada año el calendario daría comienzo seis horas antes de que la Tierra complete su vuelta alrededor del Sol. De este modo, habría un desajuste que acabaría con la sincronización con las estaciones.
Esto se calcula mediante una ecuación matemática simple que se traduce en que cada cuatro años, uno debe ser bisiesto. Sin embargo, esta variación no ocurre siempre cada cuatro años. Hay una excepción.
Gregorio XIII tuvo que mandar perfeccionar ese calendario juliano que celebraba religiosamente el año bisiesto cada cuatro. Si el año también es divisible por 100, no es un año bisiesto a menos que también sea divisible por 400. Por lo tanto, 2004, 2008, 2012, 2016 fueron todos años bisiestos. Si bien 2000 fue un año bisiesto, 1900 no lo fue y 2100 tampoco lo será.
En definitiva, este salto, aunque sea pequeño, es importante para que las personas sientan que están sincronizadas con el tiempo y los eventos astronómicos, por ejemplo, por razones religiosas como la Pascua, que está vinculada al Equinoccio de Primavera.
Esto se traduce en los calendarios que actualmente están en vigor y son diferentes al gregoriano. El chino tiene años bisiestos con meses bisiestos, en lugar de días. Un año bisiesto hindú también cuenta con un mes adicional. El calendario etíope tiene 13 meses, donde el 13 tiene cinco días en un año común y seis en un año bisiesto. El año bisiesto islámico ocurre 11 veces en un ciclo de 30 años. Y un año bisiesto judío tiene entre 383 y 385 días, ocurriendo siete veces en un ciclo de 19 años.
La tradición que invita a las mujeres a pedir matrimonio
El 29 de febrero ha sido un día que ha inspirado tradiciones, folklore y supersticiones desde que se introdujo hace más de 2000 años.
Según una vieja leyenda irlandesa, St. Bigrid llegó a un acuerdo con St. Patrick para permitir que las mujeres pidan la mano de los hombres, y no al revés, cada cuatro años. Se cree que esto se introdujo para equilibrar los roles tradicionales de hombres y mujeres, de manera similar a cómo el día bisiesto equilibra el calendario. En Inglaterra, la mujer tenía que usar pantalones o una enagua escarlata cuando hacía la petición.
En muchos países europeos, especialmente en las clases altas de la sociedad, la tradición dicta que cualquier hombre que rechace la propuesta de una mujer el 29 de febrero, debe comprarle 12 pares de guantes para que así esconda la vergüenza de no tener un anillo de compromiso. En Escocia, si el hombre rechazaba la propuesta, tenía que abonar una multa.
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