La Organización Internacional de Metrología Legal (OIML) nació por el Convenio de París de 1955 y agrupa a 57 Estados miembros y otros 65 asociados como correspondientes. Su función principal es confeccionar recomendaciones y otros documentos y guías para la normalización y control de los equipos de medida que faciliten un mercado mundial sin barreras técnicas al comercio y proporcionen información a la comunidad internacional, a la industria y a los ciudadanos sobre las características que deben tener los equipos o sistemas. Se gobierna por una Conferencia que se reúne cada cuatro años y un Comité anual. Mantiene una oficina en París que organiza e impulsa los trabajos de los múltiples comités técnicos y grupos de trabajo que elaboran los documentos al tiempo que se ocupa de las tareas financieras y de relaciones externas de la organización.
Los Estados miembros representan, según datos del Banco Mundial, el 86% de la población y el 96% del PIB mundial.
Su presidente, Peter Mason, fue elegido en el Comité de 2010 en Orlando y tomó posesión del cargo en octubre de 2011. Desde e-medida queremos agradecerle la oportunidad que nos ha dado de publicar su interesante visión sobre la situación actual y el futuro de la metrología legal.
Sr. Mason, permítame, en primer lugar, felicitarle por la reciente y exitosa celebración de la Conferencia y el Comité de la Organización en Bucarest. Usted se hizo cargo de la presidencia del CIML en un momento difícil, con una situación económica de la organización complicada y con los miembros del Comité aprobando el relevo del Director General. ¿Cómo han sido estos años para el nuevo equipo? ¿Qué medidas se adoptaron para estabilizar la situación económica?
Las últimas reuniones de la Conferencia y el Comité celebradas en Bucarest han mostrado las tremendas mejoras realizadas en cuanto a la situación financiera y a la plantilla de la Organización. El mayor mérito de estos cambios hay que atribuírselo al nuevo Director General, Stephen Patoray, pero es importante tener en cuenta que fue elegido para el cargo precisamente por su experiencia en la gestión de pequeñas organizaciones independientes. También ha sido capaz de avanzar en algunos cambios iniciados por mi predecesor como Presidente del CIML, Alan Johnston, principalmente la introducción de prácticas de contabilidad modernas. En mi opinión el logro más importante ha sido conseguir que la plantilla del BIML trabaje como un equipo, lo que a su vez ha supuesto que los cambios realizados en el BIML no han resultado tan molestos para la plantilla como podrían haber sido. Otras medidas importantes son la mayor transparencia y apertura adoptadas para el control de los costes y la mejora de la eficiencia. Finalmente creo que ha sido esencial la determinación a la hora de realizar los cambios rápidamente, por ejemplo la rapidez con la que se ha elaborado la nueva Estrategia de la Organización y la determinación para acabar con las discusiones, que duraban ya varios años, sobre cómo organizar el trabajo técnico.
La metrología legal se ha centrado tradicionalmente en los instrumentos dedicados a las magnitudes físicas más, digamos, tradicionales. Sin embargo, parece que las necesidades de la sociedad demandan el desarrollo de la metrología en otros campos como el de los materiales de referencia. ¿Cómo ve el futuro de la Organización en ese aspecto? ¿Piensa que los Estados miembros aceptarían una proliferación de Recomendaciones en metrología química y materiales de referencia?
Esta es, posiblemente la cuestión más difícil a la que nos enfrentamos a largo plazo. La OIML es principalmente un organismo de normalización, pero difiere del resto de organismos de normalización en que su gestión es gubernamental; esto es así porque el tipo de “normas” que elabora tienen el propósito específico de ser utilizadas con fines reglamentarios. Es fácil ver que en el futuro serán necesarias normas reglamentarias basadas en mediciones situadas fuera del campo tradicional de las “pesas y medidas” utilizadas en el ámbito comercial. Actualmente ya disponemos de Recomendaciones relativas a la seguridad vial, por ejemplo. La legislación medioambiental y sobre la salud son otras áreas donde ya se está trabajando y esto introduce aspectos como las mediciones químicas. Creo que en el futuro surgirán iniciativas similares relacionadas con el cambio climático.
En cualquier caso, no está claro cuál es la mejor manera en la que la OIML puede contribuir. Estoy convencido de que tenemos que contribuir pero debemos reconocer que los representantes de la OIML en muchos de los Estados miembros están interesados únicamente en el campo tradicional de las “pesas y medidas” y no están en situación de proporcionar expertos para esta tarea en el ámbito de la OIML. Mi impresión es que el mejor modo de avanzar es que la OIML debata estos temas con otras organizaciones internacionales que puedan estar trabajando también en ellos, por ejemplo, me vienen de modo inmediato a la mente, el BIPM e ISO. En algunos casos podemos concluir que el mejor foro para desarrollar nuevas normas es fuera de la OIML pero aún así podemos proporcionar expertos individuales que pueden realizar contribuciones. Cuando se decida que la OIML es el organismo más adecuado para desarrollar una nueva norma, en cualquier caso, necesitaremos recurrir a aquellos aspectos que nos han hecho tan efectivos en el pasado − la experiencia y la dedicación de aquellos que llevan a cabo el trabajo técnico, y la profesionalidad de nuestra plantilla en el Buró.
¿Cómo decide la OIML iniciar los trabajos para elaborar una Recomendación? ¿Una vez que lo decide, cómo se redacta y aprueba? ¿El procedimiento de actualización es el mismo o más simple?
Las propuestas de nuevos proyectos normalmente surgen de los Comités o de los Subcomités Técnicos responsables de una Recomendación o área temática en particular. La propuesta debe ser aprobada por el Comité en su reunión anual. Una vez aprobada, los miembros del Comité o Subcomité Técnico pueden optar por unirse al Grupo del Proyecto como “Participantes” (pueden votar) u “Observadores” (no pueden votar). También se asigna un coordinador (normalmente la Secretaría del Comité o Subcomité) que adquiere la responsabilidad de preparar el borrador y organizar todas las reuniones necesarias. Se espera de los Estados miembros que organicen grupos de consulta en sus respectivos países para recoger las opiniones de los grupos de interés: empresas, administración y consumidores y algunas veces representantes de estos grupos de interés asisten a las reuniones. Cuando se alcanza el consenso dentro de un Grupo de Proyecto, el borrador de la Recomendación se circula entre todos los miembros del CIML para que voten si debe aprobarse o no la nueva Recomendación. El proceso básico es el mismo para las nuevas Recomendaciones y para las revisiones de las mismas, pero si una nueva propuesta trata de un área novedosa puede ser necesario en primer lugar crear un nuevo Comité o Subcomité Técnico.
Regularmente se trata en el Comité del fortalecimiento de las relaciones entre la OIML y el BIPM. ¿Cuál es el futuro de la cooperación entre ambas instituciones? ¿En que afectará a los ciudadanos?
La relación entre el BIPM y la OIML refleja el reto de reunir la metrología legal y la metrología científica en el mundo. Me parece que es útil pensar en la Metrología como una única disciplina, practicada por dos comunidades diferentes − la comunidad de la metrología legal y la comunidad de la metrología científica. El modo de reunir a estas dos comunidades es diferente en los diferentes países y no creo que haya un único enfoque que pueda funcionar igual de bien en todas partes. En cualquier caso es muy importante que ambas comunidades trabajen bien juntas, particularmente para explicar el papel que juega la metrología en la economía moderna. En los dos o tres últimos años ha habido mucha más cooperación entre el BIPM y la OIML, tanto en promover los intereses del otro como en compartir experiencia, y mientras el BIPM realiza ahora la revisión de su propia estrategia y estructuras, creo que debemos mantener nuestra atención concentrada en ello.
Repetiré una pregunta que ya hemos hecho al Director del BIPM en una entrevista anterior ¿cómo es posible que la metrología, a pesar de ser tan amplia y continuamente utilizada, sea tan desconocida por los ciudadanos? Esto es todavía más llamativo en el campo de la metrología legal, que tanto nos afecta cada día. ¿Cómo puede la OIML ayudar a los ciudadanos a conocer y aprovechar las herramientas que proporciona la metrología legal?
Los economistas nos dicen que los elementos principales de la infraestructura metrológica de una economía son “bienes públicos”. Esta es la razón por la que durante cientos de años la labor de mantenimiento de esta infraestructura se ha considerado una responsabilidad de los Gobiernos. Los ciudadanos asumimos este tipo de infraestructuras mientras funcionen bien. Por ello, al menos en los países desarrollados, creo que nuestra principal tarea es garantizar que los consumidores sigan confiando en que están recibiendo mediciones justas sin tener que invertir mucho tiempo en pensar cómo éstas se garantizan.
Nuestra principal tarea es garantizar que los consumidores sigan confiando en que están recibiendo mediciones justas sin tener que invertir mucho tiempo en pensar cómo éstas se garantizan.
¿Y qué le diría usted a un ciudadano para convencerle de que el dinero que gastamos de sus impuestos está bien empleado?
Yo destacaría que en el caso de muchas de nuestras necesidades más básicas, especialmente alimentos y energía, es esencial la confianza sobre las cantidades que se reciben para poder realizar comparaciones de precio significativas. En tiempos de dificultades económicas esto es más importante que nunca. Para los compradores sería extremadamente caro, poco eficiente y, en la mayoría de los casos, nada práctico tener que disponer de equipamiento de medición propio para poder elegir entre los diferentes suministradores. Para los vendedores también es importante que los compradores tengan esta confianza − los consumidores son más proclives a realizar compras cuando tienen la sensación de que van a ser tratados justamente. Por tanto, utilizar una pequeña cantidad de los impuestos para mantener un sistema de metrología legal fiable reduce los costes de comprar y vender e incrementa el valor del comercio en una proporción altísima.
Utilizar una pequeña cantidad de los impuestos para mantener un sistema de metrología legal fiable reduce los costes de comprar y vender e incrementa el valor del comercio en una proporción altísima.
En el mundo en el que vivimos los canales de comunicación pasan necesariamente por internet y los sitios web. ¿Cómo cree que podría mejorarse el sitio web de la OIML para ayudar mejor a la industria y a los ciudadanos? ¿En qué campos y cómo convendría ampliar la información y la difusión?
Como ya he comentado, no creo que, en la mayoría de los casos, exista una gran necesidad de proporcionar información a los ciudadanos, y este no es realmente el propósito de la página web de la OIML. Su objetivo principal es proporcionar información de utilidad a los miembros de la comunidad mundial de metrología legal y proporcionar herramientas modernas para realizar lo que constituye el núcleo de nuestro trabajo, que es la elaboración y revisión de las Recomendaciones que soportan los sistemas de metrología legal en todos los Estados miembros de la Organización. Existe ciertamente la necesidad de actualizar la página web de la OIML y ya se ha iniciado un programa para ello, pero se centrará principalmente en esta tarea. Existe también la necesidad de proporcionar un tipo diferente de información a los responsables políticos de los Estados miembros, cuyas decisiones afectarán a cómo se organice y financie la metrología legal en esos países, pero la página web no es el mejor canal para ello.
¿Cuales son las principales líneas de trabajo de la organización en los próximos años? ¿Son aprobadas por el Comité y la Conferencia?
Nuestras principales áreas de actividad son las señaladas en la nueva Estrategia que aprobamos el año pasado. Estas son:
1. Desarrollar normas y documentos relacionados para su uso por las autoridades de metrología legal y la industria.
2. Proporcionar sistemas de reconocimiento mutuo que reduzcan las barreras al comercio y los costes en un mercado global.
3. Representar los intereses de la comunidad de la metrología legal en las organizaciones internacionales y los foros relacionados con metrología, normalización, ensayos, certificación y acreditación.
4. Promover y facilitar el intercambio de conocimiento y competencias entre la comunidad de la metrología legal.
5. Destacar la importancia de la contribución que una sólida infraestructura de metrología legal puede tener para una economía moderna.
Existen otras dos líneas que afectan a todas estas áreas en las que creo que debemos concentrarnos de manera particular. La primera es completar el trabajo de modernización de la propia OIML − ya he mencionado la necesidad de mejorar la página web. La segunda es abordar las necesidades de los que solíamos llamar “países en desarrollo”. Esta es una denominación no particularmente útil, ya que en la práctica estamos interesados en los países con sistemas metrológicos, nuevos, emergentes o en desarrollo. En nuestro programa de trabajo se pueden encontrar por todas partes elementos relacionados con esta cuestión y acometerlos todos juntos será una actividad prioritaria durante el próximo año.
En las reuniones del Comité han sido frecuente y regularmente invitados a participar representantes de la industria del pesaje. Esto ha vuelto a suceder en Bucarest. ¿Por qué no se juzga interesante la participación de fabricantes de otro tipo de instrumentos?
Históricamente la industria del pesaje ha sido, probablemente, la mejor organizada de los sectores con intereses en el trabajo de la OIML y esto quiere decir que han estado preparados para tomar parte activa en nuestras reuniones. Como ya he dicho, creo firmemente que el mundo empresarial tiene un papel importante en nuestro trabajo y no debería limitarse a los fabricantes de instrumentos de pesaje. De hecho CECOD, el Comité Europeo de Fabricantes de Equipamiento para la Medición y Distribución del Petróleo, también estuvo presente en Bucarest. Un asunto más complicado es cómo obtener el punto de vista de las empresas de fuera de Europa en relación con la OIML y probablemente deberemos dedicar algo más de tiempo a reflexionar sobre esta cuestión.
Antes de ser Presidente del CIML usted ha representado al Reino Unido en el Comité. Como representante de un país de la UE he tenido a veces la impresión de que el centro de gravedad de las decisiones estaba más próximo a los intereses industriales de áreas extracomunitarias que a la protección del libre comercio y de los ciudadanos. ¿Piensa usted que sería conveniente una mayor coordinación de los Estados miembros de la Unión Europea?
En realidad pienso que los Estados miembros de la OIML pertenecientes a la Unión Europea (o para ser más preciso al Espacio Económico Europeo) ya cuentan con ventajas significativas en cuanto a contribuir al trabajo de la OIML. Tenemos mucho mayor nivel de armonización en nuestra legislación que el resto de regiones principales y esto ha dado lugar a la más fuerte y mejor organizada de las Organizaciones Regionales de Metrología Legal, WELMEC. La frecuencia con la que se reúnen los miembros de UE/EEE en WELMEC o en sus grupos de trabajo, y en las estructuras de la Unión Europea, significa que los miembros Europeos más activos suelen estar muy bien preparados para las discusiones en el seno de la OIML. Para mí el reto es promover una coordinación así de efectiva dentro de otras organizaciones regionales de metrología legal, como el SIM o APLMF.
La industria del pesaje ha sido, probablemente, la mejor organizada de los sectores con intereses en el trabajo de la OIML.
Debemos también reconocer que la OIML es principalmente un organismo de normalización y, al igual que otros organismos de normalización, funciona principalmente basándose en el consenso. Esto puede ser frustrante para Estados miembros que desearían avanzar más rápido. Y desde luego esta es la razón por la que hemos invertido tanto esfuerzo en mejorar el modo de llevar a cabo nuestro trabajo técnico. Pero la Estrategia que se aprobó el año pasado deja claro que nuestra principal preocupación es la protección del libre comercio y los ciudadanos. En un mundo globalizado, sólo podemos cumplir con este objetivo si conseguimos que haya consenso entre todas las partes del mundo. Esta es la razón por la que yo doy mucha importancia a incrementar la participación en la OIML de aquellas regiones del mundo donde hay pocos miembros, principalmente Sudamérica y África. Esto requiere que dediquemos recursos a aquellos asuntos que son de particular relevancia en estas regiones del planeta.
Muchas gracias por su amabilidad y atención, Sr. Mason.
Peter Mason,
Peter fue elegido Presidente del Comité Internacional de Metrología Legal en septiembre de 2010 y tomó posesión del cargo en octubre de 2011. Ha sido el representante del Reino Unido desde septiembre de 2007. Como Presidente Electo ha jugado un papel destacado en el desarrollo de la nueva Estrategia de la OIML que se aprobó también en octubre de 2011.
Peter Mason compagina la Presidencia de la OIML con su cargo de Director Ejecutivo de la Oficina Nacional de Metrología (NMO) del Reino Unido (antes el Laboratorio Nacional de Pesas y Medidas) que desempeña desde hace 5 años. Desde esta posición es responsable de asesorar a los ministros en materia de metrología así como de la financiación y difusión del Sistema Nacional de Metrología del Reino Unido.
Como Agencia Ejecutiva del Departamento de Empresas, Innovación y Estrategias el NMO realiza gran variedad de funciones entre las que se incluyen la realización de algunos servicios comerciales así como actuar como agencia para la supervisión del cumplimiento de determinadas regulaciones medioambientales en la Unión Europea.
Antes de formar parte del NMO, Peter ha desarrollado una larga y variada carrera profesional en el Departamento de Comercio e Industria (DTI), al que entró a formar parte en 1973 tras graduarse en el colegio universitario Oriel en Oxford. La labor desempeñada en el DTI ha estado relacionada con la regulación de las adquisiciones de empresas, servicios financieros, políticas de competitividad y diversas responsabilidades en el ámbito de la protección al consumidor. Desde el año 2000 al 2003 fue Director del Carbón y desde el año 2003 al 2007 fue Director de Política Financiera y Ayudas en el DTI.
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